lunes, 28 de noviembre de 2011

La frontera imaginaria

Una mujer pide limosna a la entrada de una cafetería, por Alonso Martínez. A su lado hay varias bolsas con sus pertenencias, lleva colgado un cartón con algún texto escrito sobre su desgracia y se acerca con un vaso de plástico a los clientes y transeúntes. La que debe ser la jefa sale de la cafetería y le pide que se aleje. Regatean sobre lo que puede considerarse una invasión del acceso al local: un paso más atrás, otro, de lado. La mendiga opta por sentarse contra la pared pero la otra le explica que eso también es su zona ya que invade la fachada. Se mueve con sus bolsas a una farola que hay enfrente y vuelve a su tarea. Sin embargo la jefa aún no está conforme y, marcando una línea imaginaria del vaso a la puerta, le señala el punto hasta el que puede extender el brazo con el vaso de plástico.

1 comentario:

  1. Hoy, justo hoy, un mendigo pidió la amistad de mi amnésico arrepentido.
    Y el psicópata triste que le acompañaba se la negó.

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