Esto fue en Arco. Llamaba la atención un matrimonio de unos 40 que empujaba la silla-cama de ruedas de su hijo, con una parálisis física grave y el cuerpo atrofiado, de unos 12-14 años. Se pararon en varios stands y charlaban con los galeristas. Al padre le gustó mucho una muñeca de cerámica rollo japo o super Nena que costaba solo 1000 euros. Al hijo se le abría la boca involuntariamente y tenía que llevar babero. Cuando estaban mirando unos libros de arte vi que otra niña iba con ellos, tendría unos 7 años. La hermana jugaba a soplar al chico en la cara, los brazos, la tripa y él se reía. Repitieron el juego varias veces, cómplices. Y, además, gracias a la risa cerraba la boca y no babeaba en un buen rato.
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